La sociedad
Vivimos en una sociedad materialista, consumista y superficial. Parece que lo que más importa hoy en día es el que dirán....
Prácticamente tod@s tenemos alguna red social dónde mostramos " lo que queremos" , aunque permitirme deciros que es una mentira bien grande.
Si todo fuera real, ¿ para qué existirían los filtros? ¿ por qué buscaríamos el lugar idóneo para una foto? ¿por qué repetimos la misma foto desde diferentes ángulos?
Por supuesto no tengo respuesta para esto, porque yo también lo hago. No se usar photoshop ni nada de eso.... pero oye me apaño algo con los filtros de instagram o por lo menos lo intento.
Pero sí me gustaría con esta entrada desvirtuar un poco la maternidad perfecta, porque NO, no soy una madre perfecta, ( olé por las que lo son) sino todo lo contrario, soy la madre más normal que podáis conocer. Soy normal, imperfecta, a veces me enfado y pierdo la paciencia y por supuesto ¡lloro!
Mamá también se agobia y llora
Pues sí, hace unos días, lloré. Llegué a mi casa, me encerré y lloré. Lloré como si hiciera años que no lo hacía, como si fuera la primera vez.
Lloré porque no lo aguantaba más, no podía seguir llevando la máscara de súper mamá. Cerré lo ojos y exploté como si no hubiera un mañana.
No aguanté la presión de las últimas semanas.... problemas laborales, domésticos, escolares, esperando resultados de Fran, los dos bichis pachuchos, y para colmo tuve que sufrir por segunda vez consecutiva en tres años, los efectos de una negligencia médica.
Así que podéis imaginar lo cuesta arriba que se hizo el mundo en ese momento, para estallar así.
Cansada de taparme tras una armadura
Así que a pesar de estar acostumbrada a esconderme tras mi armadura, esta vez, me la he quitado. Mi entorno y por supuesto mis niños no están acostumbrados a esta situación, pero lo necesitaba.
Necesitaba desconectar, ( apagué el móvil 2 días) , necesitaba meterme en la cama, y dejar salir todo aquello que me estaba haciendo daño, pero lo más importante, necesitaba soltar esa cadena que me estaba formando yo misma a mi alrededor, esa cadena a la cual cada vez me sentía más atada y me impedía seguir adelante, porque la ansiedad que me producía me tenía paralizada casi por completo.
La cara que mostramos a los demás
Aún así, es cierto , que no le he mostrado esta cara a mucha gente, supongo qué porque tampoco sé hacerlo, no estoy acostumbrada a quitarme la armadura desde hace muchos años, y es muy posible que quien me esté leyendo se sorprenda de saber que no he estado bien en los últimos días, peeeero.... que le vamos hacer, así son las falsas apariencias de una madre, podemos pasar toda la noche llorando, que a la mañana siguiente nos levantamos sin que nadie lo note ( si eso es lo que queremos) .Tenemos la suerte de que existe el maquillaje y al anti ojeras ☺
Pero si necesitas llorar, hazlo, no eres menos madre por hacerlo, necesitamos nuestro espacio, necesitamos sentirnos bien con nosotras mismas. Si no lo haces por ti, hazlo por tus hij@s, porque si tu no estás bien, ell@s tampoco lo estarán.
Este pensamiento me ha costado mucho llevarlo a mi vida personal ( aún me cuesta a veces) pero cuando le hago caso, os prometo que por aquí tod@s nos sentimos mejor.
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