ORIENTACIONES SOBRE PATALETAS Y RABIETAS
¿ Qué son? ¿ Cómo las trabajamos en Villa Bichis?
Es una reacción "anormal" del/la niño/a ante una negativa a una petición o acción que desea realizar.
El/la niño/a puede hacer un sin fin de reacciones "anormales": tirarse al suelo, agredir a los padres, tirarse del pelo, correr hacia cualquier lugar en dirección contraria... etc.
Este tipo de conducta se presenta alrededor de los 2 años y tiene por objeto afirmar su personalidad y demostrar su poder. Pero no porque suelan empezar a esta edad, significa qué no se alargen en el tiempo.
Como toda conducta "anormal" no debe ser permitida. La primera reacción de los padres y adultos que rodean al/la niño/a (de común acuerdo) debe ser la de "ignorar" al/la niño/a hasta que recupere su comportamiento normal.
Desde el momento que el/la niño/a inicia la pataleta, queda a un lado de la situación. Los padres conversan de cualquier otra cosa y no le prestan atención, pero siempre estando presente.
Repentinamente, cuando el/la niño/a adopte la conducta "normal", reaparece en escena y "existe" de nuevo para sus padres quienes le deberan dar un refuerzo positivo en ese momento. y hacerle alguna caricia.
Dando a entender que la actitud que será premiada con su atención y cariño será la normal.
En los/as niños/as más mayorcitos/as, se les puede explicar. ¡Nos gusta que las cosas que pidas lo hagas de buena forma! ¡Si te negamos algo, tenemos nuestras razones, hablemos de ello! Explicale las circunstancias, siempre poniendote a su altura, y por supuesto con un lenguaje apropiado a cada edad.
Nunca se debe castigar a un/a niño/a y menos a raíz de una rabieta, esto sólo reforzará estas conductas "anormales".
De hecho en casa nosotros no usamos el termino castigar, siempre usamos CONSECUENCIA DE LOS ACTOS.
A veces, los/as niños/as tienen rabietas cuando se sienten frustrados consigo mismos/as, porque no consiguen montar algo, porque sus padres no entienden lo que ellos/as dicen.
Los/as niños/as mayores pueden estar frustrados/as a causa de la comlejidad para hacer la tarea escolar. Incluso algún conflicto con algún/a amigo/a que no ha sabido gestionar.
En estas ocasiones, tu hijo/a necesita estímulo y un padre que lo/a escuche. Apóyalo/a diciendo: "Sé que es difícil, pero vas a mejorar. ¿Puedo hacer algo para ayudarte?" Minimiza los errores y aumenta o elogia sus logros aunque sean pequeños.
En alguna ocasion la rabieta, se puede producir en un lugar público. En este caso, el/la niño/a sabe que mamá/papá está en "desventaja" y que no puede tratarlo/a como en la casa (ignorándolo).
Salir del recinto e ir a un lugar calmado en donde puedas aplicar las técnicas mencionadas.
Habla con él/ella y dale una " solución" (que puede y debe cumplir) explicándole la negativa o razón que motivó la rabieta del/la niño/a.
No cedas ante la rabieta, por lo menos intentalo , que todas somos mamas y sabemos lo dificil que es. En estos casos es mejor dar un plazo y no pedir que la rabieta termine de inmediato, porque es prácticamente imposible.
Para las rabietas de tipo perturbador o destructivo, o que causan demasiada alteración en la casa, utiliza suspensiones temporales, de juegos, salidas, de horario de TV, etc.
Trata en todo momento de actuar como adulto, JAMÁS te burles de él/ella, no lo/a pongas en vergüenza delante de otros/as niños/as.
Dale tiempo a que se recupere, él/ella es un/a niño/a, NO LO OLVIDES.
No reacciones con ira, eso sería como responder con otra rabieta hacia el/la niño/a.
Si las rabietas se hacen incontrolables y tienes miedo que el/la niño/a se haga daño, consulta con gente especializada, tutor/a, pediatra...
OTRAS ORIENTACIONES SOBRE PATALETAS O RABIETAS
Tener emociones y sentimientos, sean cuales sean, es parte de la condición humana.
SENTIR ES VIVIR
La tendencia educativa en la familia y en la escuela ha sido, y continúa siendo ( POR DESGRACIA), la de controlar y eliminar cualquier manifestación abierta de los sentimientos (especialmente los negativos). Pero los/as niños/as no se inhiben.
Ellos/as expresan los sentimientos fácil y naturalmente, de forma sutil, o bien, extremadamente intensa.
Sin embargo, deben aprender a manejar sus emociones ante la sociedad y a encontrar formas adecuadas de encauzar la " poderosa energía" con que nos cargan los sentimientos.
Para ello, los/as niños/as dependen de la información que les proporcionan sus padresy/o tutores, Pero comprender las emociones y ayudar a nuestros/as hijos/as a expresarlas adecuadamente, no es una tarea fácil.
Con la primera rabieta, el/la niño/a descubre que éstas son una forma de controlar y manipular a sus padres, ya que éstos se agobian, se asustan... y la mayoría de las veces, ceden ante las exigencias y caprichos de éstos. ( yo también)
De esta forma, las rabietas no cesan de repetirse.
Vuestros/as hijos/as os pondrán a prueba constantemente. Necesitarán comprobar si la unidad familiar es lo suficientemente fuerte para sostenerlos. Desearán saber si vuestra disciplina es consistente.
Será un periodo difícil hasta que vuestros/as hijos/as comiencen a crecer con la seguridad de ser amados/as y valorados/as, hagan lo que hagan, y de que estaréis "ahí" siempre para apoyarlos/as y cuidarlos/as.
Será importante que reaccionéis con calma y serenidad entendiendo este tipo de conductas, evitando en vosotros/as mismos/as sentimientos de fracaso, culpa...
Las rabietas corresponderán a una etapa evolutiva normal y necesaria en la que el/la niño/a intenta lograr su autonomía y reafirmación, debido a la adquisición de la conciencia de sí mismo/a, de su propia identidad y de los adultos que le rodean ("Esta es mi mamá, éste es mi papá y voy a comprobar qué límites están dispuestos a ponerme y cuanto tiempo pueden respetralos")
Si se tratan adecuadamente estas situaciones, esta etapa desaparecerá progresivamente.
¿Qué hacer?
• Intentar NO consentir una rabieta. Cuando comience, simplemente ignórala o conten físicamente al/la niño/a si se trata de una conducta violenta o destructiva, mostrando una actitud enérgica y firme.
• Dar al/la niño/a una oportunidad para tranquilizarse. Lo mejor es llevar al/la niño/a a otra habitación, aislarle y decirle que esperamos que estando solo/a se le pase la rabieta y pueda pensar que no es correcta su actitud. Lo importante es que ellos/ellas sientan que una rabieta tiene consecuencias negativas y que no merece la pena repetir la "función". A ellos/as es a los primeros/as qué les perjudica.
• No se puede razonar con un/a niño/a si está bajo los efectos de una rabieta o mal genio. Es mejor alejarse de él/ella. Si se le riñe en ese momento, incluso podemos aumentar la intensidad de la conducta que queremos eliminar. POR SUPUESTO, NUNCA SE DEBE USAR EL CASTIGO FÍSICO.
• Una vez que haya desaparecido la rabieta, hazle saber al/la niño/a que si está enfadado/a por algún motivo, la rabieta o la agresividad, no es el modo adecuado de resolverlo. Díle que entiendes lo que siente, pero muéstrate enfadado/a por lo que ha hecho y explícale que su conducta es inaceptable y que en adelante hay que intentar no repetirla.
• Evitar comportamientos y actitudes de lástima o sobreprotección que nos lleven a ceder u otorgar los deseos del/la niño/a. Lo importante es mantener la calma y "poner palabra" a lo que vuestro/a hijo/a está sintiendo (rabia, miedo, inseguridad...).
• Proporcionar al/la niño/a modelos de conducta controlada que le adviertan que toda conducta agresiva o caprichosa no resulta beneficiosa.
• Mostrarse contentos y orgullosos ante los primeros intentos de autocontrol del/la niño/a. Alabar su buena conducta y el hecho de haberse serenado y tranquilizado en la habitación donde ha permanecido "aislado/a".
• Reafirmar de manera muy positiva los logros del/la niño/a cada vez que tenga un comportamiento correcto y adecuado.
• Recuerda que tus hijos/as están aprendiendo a CRECER y a generar confianza en ellos/as mismos/as, y que todo conflicto puede ser una oportunidad para crecer, y no un callejón sin salida.
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